Puerta a lo divino en Pastoriza

Lugar de culto durante milenios.

En la parroquia de Pastoriza del Concello de Arteixo, se ubica un lugar enigmático y que durante milenios fue utilizado por los diferentes pobladores de la zona como lugar de culto a sus respectivos dioses. Este es el santuario de la Virgen de Pastoriza.

Desde la edad de hierro (no sabemos si incluso antes) hasta la actualidad este punto es una puerta de comunicación de los creyentes con su dios para pedirle el perdón de sus pecados o para buscar la salvación de sus males.

Esto es una cuestión recurrente durante la historia. Hay lugares a los que no se le puede encontrar una explicación científica, pero que los humanos utilizan para estos usos. Seguramente no tienen más importancia que otro sitio, pero las diferentes civilizaciones con sus dioses van solapando esos lugares. Quizás buscando algún poder, ya que si otros lo escogían yo no voy a ser menos, o quizás para conseguir ocultar el dios anterior para imponer el mío.

Ahora vamos a hablar de este lugar.

La Virgen se encuentra sobre unos peñascos a los pies de un castro. La piedra cubre una pequeña cueva. Para visitar este lugar hay que ascender una cuesta caminando sobre una larga escalera que parte desde la iglesia parroquial. Si somos capaces de subir la larga escalera sin hacer ninguna parada, es síntoma de que tenemos una buena salud cardiovascular. Desde ahí tenemos una preciosa vista de la ciudad de A Coruña.

Pero el lugar esconde muchos misterios e incertidumbres de su origen.

Vamos a empezar por contar la leyenda. Como todos los santuarios, las leyendas y la historia se cruzan para adornar el cuento. De ahí salen narraciones con gran romanticismo.

Se dice que una niña que llevaba las vacas para apastar en ese entorno vió una luz muy intensa entre unas piedras en la parte alta del monte. La leyenda cuenta que no se le creyó, pero que esa luz volvió a resurgir. Fue ahí cuando los vecinos de la aldea de Pastoriza acabaron por creerla. Subieron a investigar de donde provenía, y encontraron en una pequeña cueva la imagen de la virgen. Dicen que llevaba varios siglos desaparecida desde que los cristianos la escondieron para salvaguardarla de los invasores normandos y musulmanes.

Obviamente es una leyenda, y no la podemos tomar como una verdad. Basta pensar que difícilmente una imagen de la virgen estuviera tantos años, siglos, escondida en una cueva que realmente no deja de ser un pequeño hueco debajo de una piedra.

Desde ese momento lo tomaron como un milagro y le llamaron “O Berce da Virxe”. Allí se deslizan por debajo de la piedra multitud de personas buscando librarse de sus pecados.. ¿ojalá fuera tan fácil verdad?… o curar enfermedades.

La historia continúa de la mano de nuestra ilustre escritora coruñesa Emilia Pardo Bazán en su obra “La leyenda de la Pastoriza” del 1887. Cuenta que en la invasión inglesa de Drake en 1589, unos soldados sacaron de la iglesia la virgen y la arrojaron cerca de la fuente seccionándole la cabeza. Por obra y milagro, la imagen se recompuso ella sola.

La mención a los suevos, viene de que la escritora decía que el primer rey suevo de Galicia, que era cristiano, llamado Rey Requiario, construyó la primera ermita de la zona. Quizás lo creía por la proximidad del pueblo llamado Suevos. Respalda su idea, basándose en la cercanía a la localización de Pastoriza. Si fuera cierto, la virgen estaría en Suevos, no en Pastoriza. Sobre todo pensando que cualquier religión nueva, intentaba tapar las anteriores creencias del lugar, fuese en forma de cruceiros, iglesias etc sobre castros, dólmenes o cualquier lugar de culto anterior al que llamaban paganos. Y en Suevos hay abundantes vestigios de asentamientos anteriores a los cristianos, como para que se sostenga esta idea.

Además la historia menciona como fecha del origen del milagro, el 1589. ¿Entonces cual es el inicio de la leyenda?, ¿esta fecha? ¿el Rey Suevo que reinó entre el año 448 y el 456?…

Otro dato a tener en cuenta, es que el reino de los suevos en Galicia, cuya extensión ocupaba media península, tenía su capital en el entorno de Braga (en la actual Portugal). Difícilmente el Rey Requiario tendría su silla en la parte superior del castro de Pastoriza, y dudosamente visitó el lugar. Si hoy sería difícil visitar todas las esquinas de un reino, imaginemos en aquella época.

Menciono la silla del rey, porque es otra zona curiosa para su visita.

En la zona alta del castro, hay unas piedras en las que dice la leyenda que el Rey Suevo mandó esculpir en la roca una silla para que pudiera contemplar sus posesiones.

El hueco rectangular realizado por los cristianos para insertar una cruz…

Como tantas veces sucede, las leyendas disvirtúan la realidad. Y es muy difícil conocer la verdad de lo que pasó en antaño. Una hipótesis del origen, lo podemos encontrar en que la piedra y la cueva donde está la virgen, está a los pies del castro de Pastoriza. Este asentamiento está situado en una ladera de un monte elevado. Los castrexos tenían sus dioses y utilizaban lugares para sus ceremonias. Es muy probable que esta piedra sobre la cueva fuese un lugar de culto. Y lo podemos creer porque la religión cristiana se encargó de plantar encima una virgen para anular a la competencia.

El castro con su parapeto defensivo actualmente cubierto de tierra.

Se escribe y se dice que era un dolmen druida. Los druidas eran sacerdotes de la Edad de Hierro en Gran Bretaña, Irlanda, Francia, Norte de Italia y Norte de España.

Otra incongruencia, ya que el dolmen es del Neolítico, época que dista más de 2000 años de la edad de Hierro. Y es en esta edad donde surge el castro de Pastoriza.

Puedes dar un repaso a las distintas épocas de la humanidad en este enlace: https://sonmaravillas.com/etapas-de-la-historiahttps://sonmaravillas.com/etapas-de-la-historia

Se cree que los druidas utilizaban emplazamientos en el bosque para sus rituales, manantiales o grutas. Aquí sí que se podría encajar la cueva de la virgen como lugar de culto de estos sacerdotes de la época de os castrexos. Pero nunca denominar “dolmen”.

El hueco en el suelo era donde los castrexos hacían sus rituales. Probablemente la piedra que soporta la virgen era el altar que utilizaban.

La visita bien vale la pena, por muchos motivos.

La iglesia guarda muchos tesoros. En la casa rectoral situada enfrente, se encontró una lápida funeraria que atestigua la presencia de un cementerio prerrománico (se dice prerrománico al período que comprende los siglos VIII, IX y X).

Tiene la inscripción: “OVIIT FAMULUS DEI ANS ABBA VIKALENDAS DECEMBRES ERA DCCCCXVIII”. Relata que fue enterrado el abad Ans, que podría ser Asericus o Ansualdus, el 6 de diciembre de la era 919. Dicen que está guardada en la sacristía.

Otra curiosidad es que una familia coruñesa con holgada economía, tenía gran devoción por la santa. Su patriarca, Don Álvaro, se comprometió en una visita que realizó en el año 1887 a construir una imagen de piedra de la virgen para colocarla sobre la gruta. El cantero que creó la figura se llamaba José Couto y era de Ponteareas. Emilia Pardo Bazán criticó el resultado final que es el que vemos hoy, ya que decía que solo un hombre de pueblo sin educación artística y sin cultura (por no entrar en otros calificativos que le envió) podría esculpir a la virgen pareciendo un despojo de la Edad Media. Pues ahí sigue la escultura.. tan mal no estaría..

Tenemos que pensar el contexto en el que Doña Emilia escribía sobre este tema, movida por su devoción a la Virgen de Pastoriza y a la época en la que se relataba. Merece todos mis respetos tanto su persona, como la obra que nos dejó la cual es imprescindible leer.

El campanil situado en el lateral del templo, procede de un barco alemán llamado “Kurfürst”. No se conoce como llegó aquí. Hubo más de un barco con este nombre. Ninguno se hundió en las cercanías, pero quizás en el desgüace de alguno de ellos, esa campana llegó por razones que desconocemos hasta la ubicación actual.

En un arcón de las tribunas, apareció una cabeza con rasgos germánicos, el cual se cree que fue la original y anterior a la actual. Está expueta en una urna de cristal dentro del templo.

Dentro de este reposan los restos de Don Juan Del Río y su esposa Doña Benita. Falleció primero ella en el 1706 y posteriormente en el 1711 su marido. Parece ser que la capilla anexa al edificio donde descansan era de propiedad de estos ya que la mandaron construir.

La romería que conocemos en la actualidad, comenzó en el año 1887 y se llamaba “Virxe do Castro”.

La tradición manda subir a la virgen, dar tres vueltas a la santa y pasar por debajo de las rocas.

Donde ahora se encuentra el cruceiro, estaba emplazada la antigua virgen.

También es interesante la cantidad de exvotos. Un exvoto es una ofrenda que se hace a los dioses. Se depositan en un santuario o lugar de culto. Pueden ser figuras o como es en este caso, lienzos relatando el motivo de esta ofrenda. El origen de esta costumbre se encuentra en las civilizaciones egipcias y mesopotámicas.

En la cara sur de la iglesia encontramos este reloj de sol. Falta la pieza metálica que maracaría la hora solar. Es tan sencillo reparar pero no se hace en tantísimas iglesias de Galicia.

Por todos estos motivos, bien merece la pena una visita, y nuestra salud cardíaca también lo agradecerá.

Pepe Cundíns. Septiembre 2021.