Arousa

ROMANOS EN A ILLA

Que al imperio romano le gustó esta maravillosa isla, tenemos múltiples pruebas. Restos romanos aparecen cuando se hace alguna excavación para realizar obras en el pueblo, y también tenemos vestigios en el denominado «Campo dos Bufos», en uno de los extremos del litoral isleño, en las proximidades del Faro de Punta Cabalo.

Estudios de los años cuarenta ya hablan de que el Campo dos Bufos albergó una necrópolis romana, pero también existen restos de una cetárea y de tanques de salazón que usaban aquellos antiguos pobladores. Es fácil ver estos restos en forma de muros e incluso se encuentran cantidad de trozos de tégolas (tejas).

Estos elementos se sitúan justo en la zona de la playa, por debajo de la senda peatonal que nos lleva al faro de Punta Cabalo.

La acción de las mareas descubre el muro de aquellas estructuras romanas.

También en el campo dos bufos (monte arriba desde la playa), se esconden muchos secretos aún por explorar, ya que se cree que en esta zona cubierta por la tierra y la vegetación, habría construcciones del poblado romano.

Zona dos bufos donde se esconde el poblado romano.
Excavación realizada por arqueólogos.
Resto de tégolas.

NECRÓPOLIS EN A ILLA DE AROUSA

Probablemente tumba de un niño en playa Camaxe

A Illa de Arousa es una isla llena de tesoros, muchas veces ocultos a los ojos de los visitantes, pero que vamos a descubrir.

Seguramente quedan muchas sorpresas en este paraíso, pero hasta la fecha hay catalogados varios yacimientos. Dentro de estos nos podemos encontrar con varias necrópolis. Una de ellas está en la playa de Camaxe. Quizás se conserva porque está en la zona más alta de la playa en marea baja, ya que para el trabajo de extración de marisco, hizo necesario ir apartando las piedras que estorbaban, y sin duda los mariscadores desconocerían que eran esas losas clavadas en vertical en la arena. Hay que decir que estas cistas, en origen tendrían una losa plana colocada en horizontal para tapar el cadaver, pero estas al ser más fácil su reciclaje en la construcción de muros o viviendas, serían las primeras que desaparecerían a saber cuantos años atrás.. incluso podrían ser los romanos que también colonizaron la isla, los que le vieran utilidad a estas recortadas y útiles piedras.

En la playa de Os Tarais, la acción del mar con sus mareas y la imparable subida de su nivel, fue descubriendo un yacimiento que los arqueólogos catalogan entre la edad de bronce y la llegada de los romanos. Aquí aparecieron tres cistas (tumbas de piedra), de las cuales dos fueron llevadas a un museo, y otra quedó allí previamente tapada de piedras en un intento por protegerla un tiempo más. Se encontraron restos de muros y cerámicas, aunque la no existencia de tégolas (tejas romanas), hace desconfiar de que sea de la época de los romanos.

La cista que queda cubierta de piedras para protegerla
Lugar donde estaban las dos cistas llevadas al museo (ambas zonas con pocos cantos)
Asa de una ánfora encontrada en Os Tarais

MENHIR

Hasta un menhir puedes contemplar en esta maravillosa isla. Está en la playa de Camaxe a escasos metros de la cista funeraria de un niño que te enseñaba más arriba. La mayoría de los isleños desconocen su valor como monumento megalítico, hasta el punto que inocentemente, lo usaron como muro para pintar un aviso que reza: «prohibido mariscar». Esta obra megalítica puede tener relación con la necrópolis, además de que está orientada hacia el amanecer del sol.

Menhir con la cista a sus pies


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